martes, 22 de febrero de 2011

Green Submarine

El otro día me vino a la mente el momento bañera de la película Pretty woman. Y, ¿por qué? Qué duda cabe, vi por primera vez el nuevo anuncio de Burguer King. Parece ser que la gente glamurosa no se limita sólo a brindar con champagne, comer bombones o lucir joyas. Quién se iba a esperar que la "reina" Lomana nos iba a sorprender con un spot como este. 



La bañera no sólo es protagonista en la gran pantalla sino que en la vida real ha sido escena de importantes acontecimientos para mí. Pero no siempre la hora del baño correspondía a una bañera. Recuerdo cuando pasaba los veranos en Ledigos, el pueblo de mi madre. Rondaba los 5 años. Mi abuela cambiaba la bañera por un balde gigante verde decolorido por el sol. En el patio de la casa sobre las 11 de la mañana empezaba el ritual. Mi abuela llenaba el barreño con agua del pozo y dos cazuelas con agua caliente que previamente calentaba en los fogones de la cocina. Un buen chorro de jabón espumoso y a disfrutar. Tiempo estimado para el baño: hasta que se me encallasen los dedos de las manos y de los pies. Dónde estaba la diversión. Muy sencillo.Unos domingos tocaba viajar al espacio, otros ir el lancha por el mar, en submarino... 

 Creo que el momento bañera se está perdiendo.  En mi caso, por no tener, no tengo ni bañera. Me conformo con un plato de ducha de menos de un metro cuadro.

Alba Bermejo

No hay comentarios:

Publicar un comentario